sábado, 9 de mayo de 2009

Me gustas cuando callas dijo Neruda.

No digas que extrañas mis ojos en la oscuridad, ni hables acerca de colorear mi boca con tus labios. Quítate el “somos” de la voz, porque me dan miedo los tintes rojos de tu piel a media luz, me hace recordar cuando sonreíamos y tapabas mis ojos con tu cuello, como ocultando todo, parando el tiempo, jugando a ser eternos y valientes. Ya no digas nada, porque los retratos rojos siguen aquí, y tú, ya estás muy lejos, mientras tanto y para ser justos, me guardo al silencio.

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